En el medio de una noche común, Felipe se despertó. Se sentó sobre sus rodillas, de frente a la cabecera de la cama, y se refregó los ojos con las manitos. Miró en diagonal: la luz de la habitación contigua estaba encendida; y debajo de esa luz, la persona que él buscaba.
-Nati, me olvidé de decirte que te quiero mucho.
Y entonces comprendimos que era hora de dormir. juntos.
me saludas a felipe, si?
ResponderEliminares un grosso el pibito ese.
ResponderEliminarYo te extraño y quiero volver YA!
:)